Últimamente han aparecido muchos artículos sobre la denominada Brecha Tecnológica.
¿En qué consiste? El término se refiere a la diferencia de conocimientos, fundamentalmente en el manejo de recursos informáticos e internet, entre las diferentes generaciones de nuestra sociedad.
Es obvio para todo el mundo, que las últimas generaciones denominadas de nativos digitales, tienen un hábito en el manejo de varios dispositivos, que les capacitan para aprender a manejarlos sin que se les dé prácticamente ninguna instrucción, clase o manual, porque son capaces de intentar su manejo de una forma intuitiva, que mediante prueba y error les lleva rápidamente a conocer como utilizarlos.
En mi caso particular, en el que por diversas razones profesionales, he debido utilizar bastante ordenadores, redes locales y varios tipos de software, creo que me manejo suficientemente bien para cubrir todas mis necesidades de uso habitual de utensilios tecnológicos. Sin embargo, en ocasiones, tengo que preguntar a algunos de mis hijos sobre algunos problemas que se presentan y, o no sabría solucionarlos o me llevaría mucho tiempo averiguar la solución. Pues bien, en mi caso, quien me deja boquiabierto es uno de mis nietos, que aún no tiene dos años, y cuando encuentra un móvil que le prestan sus padres, es capaz de utilizarlo entrando en internet y poniendo las canciones de Peppa Pig que tanto le gustan, llama a las personas de la lista de contactos – sin saber a quien por el momento – y otras muchas habilidades increibles.
Creen vds que, por el momento, mi nieto que es supernativo digital, es mas apto que yo para desempeñar un puesto de trabajo porque tiene la intuición de manejo de internet?
De todas formas, esta diferencia, también puede apreciarse dentro de una misma generación, en función del uso que necesiten hacer de ordenadores, tablets, móviles, etc para el desempeño de sus labores profesionales.
Es igualmente obvio que un joven obrero manual no necesita utilizar complejos ordenadores y software de última generación para desempeñar su trabajo, aunque seguramente usará móviles e incluso posiblemente utilizará un teléfono inteligente para enviar whatsapps y encontrar paginas webs que le interesen y le den información sobre temas específicos.
Todo ello nos lleva a una reflexión y es que no es mejor el individuo que sabe más sobre manejo tecnológico, sino aquel que conoce más sobre las necesarias aptitudes del puesto que desempeña.
Pero es que para ser un buen obrero manual, además de muchas cualidades de destreza, habilidad y experiencia, fuerza física y salud del cuerpo, son mas importantes la honradez, laboriosidad y muchas otras virtudes – que todos debemos tener – aunque en principio sean menos limitativas. Quiere esto decir que, a pesar de que tenga conocimientos tecnológicos, una persona mayor que haya perdido mucho vigor y salud no podrá continuar ejerciendo un trabajo manual, y tendremos que ayudarle y es una barbaridad desecharlo como si fuera algo inútil.
En el otro extremo, ser un buen administrativo, jefe, consultor, coordinador o directivo requiere una buena dosis de conocimientos, experiencia, contactos y también algo de manejo de instrumentos tecnológicos, pero no con la profundidad y habilidad de mi nieto – si los tuviera no van a mejorar mucho los resultados que se esperan de él en la empresa – como tampoco si tiene mucho o poco vigor físico – mientras mantenga una mínima salud corporal y mental. Mas importante es que sea honrado, laborioso, leal, sincero y otras muchas virtudes que debieran ser exigibles a todos. Se puede desechar porque no sea nativo digital?
La conclusión es que la discriminación por edad, edadismo o aging, que todos estos nombres recibe, además de ser anticonstitucional es un grave error que algunas empresas están cometiendo contra el futuro de nuestro mundo, y contra las personas maduras que tan necesarias son. Desgraciadamente algún día pagaremos el error. Además no olvidemos que los que están cometiendo estos atropellos, también llegarán a maduros y no entenderán lo que ellos mismos han podido hacer en una fase anterior de sus vidas.