
Considero que el análisis que ha hecho Carlos Molina sobre el entorno que envuelve el edadismo como razón de discriminación en el entorno laboral, en la economía productiva y en muchos casos provoca la salida trágica de la sociedad, es realmente acertado, veraz y actual.
La realidad es que el derecho a la No Discriminación en general y en especial en el entorno laboral y profesional, no se protege de forma efectiva en Europa y mucho menos en España (Derecho reconocido en el articulo 21 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, en el que se señala la edad y el sexo como razones que no pueden generar discriminación entre los ciudadan@s Europe@s). Yo estoy convencido que la Discriminación por edad es una evidencia y muchos de nosotros la hemos sufrido en algún momento de nuestras vidas laborales en los últimos años.
No hay duda que todos los trabajador@s podemos padecer el fenómeno de la “centrifugación edadista”. Por lo tanto, pienso que podría ser una bueno tener en cuenta este fenómeno como un riesgo dentro de las funciones profesionales, igual que ya lo hacemos con otros riesgos laborales derivados de la actividad en las empresas a los que las normativas vigentes obligan al sector empresarial y a los empresario@s a dotar de recursos y medios para minimizar sus incidencias en el caso que se produzcan.
Por lo tanto, este fenómeno se debe tratar de forma efectiva y con visión global para minimizar sus consecuencias, que son sin duda, la perdida del talento productivo dentro de las empresas y como consecuencia el empobrecimiento de la competitividad de las mismas.
El desarrollo de una solución para atacar este fenómeno, no es única, sino que debe representar un conjunto de diversas iniciativas, que se puedan adaptar a las necesidades de varios de los grupos que forman tod@s l@s afectad@s, como por ejemplo: la promoción del emprendimiento, la potenciación de la formación especializada, la orientación hacia la asesoría/mentoría de otras empresas consolidadas y/o startups y emprendedor@s.
El mapa del emprendimiento realizado por South Summit en 2019 señala que en el ecosistema emprendedor Español el 30% de las startups tienen como mínimo de un Senior (mayor de 45 años) entre su equipo fundador y dentro de estas el 9% todos los fundadores son Senior. Además, la tasa de mortalidad de los proyectos liderados o co-liderados por Senior es inferior a la de los proyectos compuestos solo por Juniors.
Pienso que es muy interesante que se puedan crear estructuras solidas y solventes para poder ofrecer estas iniciativas como pueden ser: una Universidad Senior, unas Incubadora/Aceleradora/VentureBuilder Senior-Junior y unas Consultoras Senior dirigidas a pymes, startups y emprendedores.
Estoy convencido que el entorno Senior seguirá adaptándose y reinventándose para minimizar el efecto el edadismo en España.
Reflexión escrita por Manuel Vera