El management es una profesión con un fuerte impacto en nuestra sociedad. Peter Drucker (1909-2005) en su día, ya destacó la contribución que una buena gestión directiva puede hacer para mejorar el nivel y la calidad de vida de los ciudadanos, mediante las mejoras productivas, la competitividad y la responsabilidad.
La buena gestión se requiere siempre, tanto en la función directiva como en la emprendedora.
Los retos de hoy y los que nos acompañarán en los próximos años obligan a quienes tienen responsabilidades directivas y emprendedoras a ejercer su profesión con los mayores niveles de exigencia, utilizando conocimientos y modelos de disciplinas diversas. Dirigir es un ejercicio constante de interdisciplinariedad.
Uno de los primeros requisitos para toda persona dedicada a esta profesión, además de tener los conocimientos técnicos necesarios, es contar con una sólida base emocional y un equilibrio personal fuera de toda duda.
Para enfrentar esos retos, las universidades y las escuelas de negocios avanzadas, incorporan de forma creciente, en sus programas, materias dedicadas a la gestión de las emociones, o incluso de lo que se ha llamado “gestión de la felicidad” o del bienestar personal, es decir capacidad de resistir y permanecer equilibrado en un día a día intenso, en acontecimientos y toma de decisiones.
Muchos centros educativos, tratan de ayudar a quienes tendrán responsabilidades directivas para que consigan una situación emocional, capaz de inspirar a los demás hacia los objetivos de la organización. Es decir que puedan ejercer un liderazgo transformacional, necesario en la sociedad del conocimiento en la que nos hallamos.
Para ello, además de la obra de Goleman, dedicada a la Inteligencia Emocional, se presta atención a los textos de autores, como Martin Seligman, de la Universidad de Pennsylvania, creador del movimiento dedicado a la psicología positiva (*), a la de Tal Ben Shahar de Harvard, también un reconocido representante de la citada corriente.
Aprender a gestionarse uno mismo, es una condición necesaria para una buena dirección de empresas y para emprender.
Muchas veces estas materias se incluyen en los programas universitarios bajo el título general de “gestión del estrés”, en otras, dentro de los cursos de liderazgo, algo que es de gran ayuda a las personas que se incorporarán a las tareas directivas, ya sea en una empresa que cotiza en bolsa, una de tipo familiar, o en la creación de una “start-up”.
La calidad en la gestión de uno mismo, hace falta en cualquiera de las trayectorias vitales y profesionales que se elijan, o surjan.
Goleman es sobradamente conocido, en nuestro entorno editorial, por sus libros y artículos académicos dedicados a destacar la importancia de la inteligencia emocional, en contraposición a enfoques más tradicionales del liderazgo autoritario, de otras etapas del desarrollo empresarial.
Seligman es considerado el verdadero impulsor del movimiento de la psicología positiva, en especial durante su mandato, hace unos años, como presidente de la APA (American Psychological Association) y Tal Ben Shahar en la Universidad de Harvard se convirtió en un verdadero fenómeno de interés mediático, al pasar, su clase optativa, de gestión de la felicidad, de 8 alumnos el primer año, a 400 en el segundo y a 1.400 a partir del tercero. Sus sesiones superaron en demanda a las del economista Mankiw que lideraba el ranking de optativas preferidas por los estudiantes.
En dirección de empresas y en emprendimiento deben utilizarse los conocimientos de muchas áreas, la psicología positiva, es un claro ejemplo.
Uno de los retos más relevantes de la sociedad actual y de las próximas décadas, es la necesaria prolongación de la vida activa, dadas las tendencias en esperanza de vida y longevidad libre de discapacidad. Para ello, la formación en varias etapas será imprescindible, no como complemento cultural, sino como herramienta productiva.
Será normal que profesionales de más de 50 años se transformen en emprendedores, para lo que precisarán orientación, ayuda y mentores.
(*) La psicología positiva estudia las bases del bienestar psicológico y de la felicidad, así como las fortalezas y virtudes humanas
Referencias:
Ben-Shahar, T (2010) Being Happy. New York. McGraw- Hill
Drucker, P. (1999) Management Challenges for the 21st Century. Versión Kindle. Harper and Collins e-books.
Goleman, D. (2015) Cómo ser un líder. Barcelona. Ediciones B.
Seligman, M (2002) Authentic Happiness. Boston. Nicolas Brealey.
Joaquín Solana Oliver
(Economista)
Octubre de 2016