Muy recientemente, mi buen amigo Carlos Cifuentes, me hizo llegar un esplendido artículo suyo que se llama “Invierno demográfico”.
Voy a citar sólo algunos párrafos cortos muy acertados, y finalmente me gustaría contestarle desde 50pro y nuestra filosofía.
Dice Carlos Cifuentes:
“Aunque los problemas fiscales son completamente reales y ya de por sí preocupantes (y cualquiera que diga que es “fácil” arreglar el sistema de pensiones miente), el envejecimiento de la población genera otra serie de problemas más inmediatos, y aún más difíciles de solucionar.”
“Un aumento del 10% de la población de mayores de 60 años reduce la tasa de crecimiento del PIB per cápita un 5.5%……Cuando un país envejece, no sólo debe afrontar una mayor carga fiscal en sanidad y pensiones, sino que además debe hacerlo con menos trabajadores en edad laboral trabajando, y con los que siguen activos produciendo menos “
“Afortunadamente este problema tiene dos soluciones obvias, aunque no sencillas. El sistema más rápido es simplemente importar población joven, abriendo las fronteras a refugiados e inmigrantes.”
“La otra alternativa es incentivar la natalidad con políticas de apoyo a la familia, …….. hacer esto ……… no tiene efectos significativos hasta dentro de un par de décadas.
A mi me gustaría hacer reconsiderar, al hilo de sus reflexiones, lo siguiente:
Si hacernos mayores, cuando no estamos enfermos, supone apartar el hombro del esfuerzo común y dedicarnos al “dolce far niente”, es decir que el simple transcurso de los años nos permita dejar de colaborar activamente en el mundo que nos rodea, la contestación que daría es que no podemos permitírnoslo. Ni individualmente, ni como país, ni como mundo conocido.
Si durante unos años, las políticas de jubilación llevaron a implantar una regla por la que – cuando un hombre llegado a las 65 años de edad, se había ganado su derecho a no hacer nada, hoy en dia es una regla rechazable, sobre todo cuando la esperanza de vida no deja de crecer – próximamente llegaremos a los 100 años – y con un nivel de salud muy alto.
Solo será necesario acomodar nuestra actividad a nuestros años y capacidades, como hacen todos los sectores de población activos por razones físicas o intelectuales.
Esto quiere decir que la realización de esfuerzos puramente físicos estará reducida, igual que puede pasar con otros grupos de población aun jóvenes y por diversas circunstancias; los esfuerzos intelectuales se verán reducidos, pero en mucho menor grado, ya que es posible vernos limitados por la cantidad de horas dedicadas que podamos aguantar, pero se verán compensados por la experiencia acumulada, que nos permitirá solucionar muchos asuntos con menor esfuerzo. Por todo ello, en la mayoría de los casos, la capacidad de producción no tiene que verse afectada frente a otras personas mas jóvenes.
Por todo ello, la solución más rápida y acertada es la propugnada por 50pro y consiste en reinsertar en la actividad profesional a todos los mayores, para que sigan ayudando en las tareas profesionales, hasta que enfermen gravemente y les sea imposible, igual que sucede con los jóvenes.
De esta forma se verá reforzada aquella sociedad que como la española tiene el 2º o 3º puesto de país más envejecido del mundo, para ser capaz de producir más riqueza que los países jóvenes que no integren a los mayores. Además, a nivel personal, los mayores no nos sentiremos desplazados, ignorados o menospreciados, como en muchos casos ocurre con las compañías que están aplicando inmisericordemente el “aging”.
Creo que esta nueva actitud es fundamental aplicarla ahora y para siempre, y como 50pro pretende, reintegrando los mayores en actividades de “emprendimiento” mediante un entrenamiento que permite minimizar los riegos de una mala elección, y conocer los pasos para implantarla con las mayores garantías. Además está comprobado que el rango de población mayor, estadísticamente obtienen más % de éxitos que los más jóvenes, probablemente por aplicación de la experiencia y la prudencia en la selección y desempeño de los nuevos proyectos.
Tenemos casos admirables de personas con graves enfermedades que no se apartan del camino como Stephen Hawkin (https://en.wikipedia.org/wiki/Stephen_Hawking), personas que no se apartan de actividades de jovenes como la bailarina inglesa de 80 años (https://www.youtube.com/watch?v=_o_qiSLDLdU), asi como organizaciones en defensa de personas con discapacidades ONCE (http://www.fundaciononce.es/).
Nosotros debiéramos tener una similar inquietud por hacer aquello que distingue al hombre de muchas otras criaturas EL TRABAJO.
Supongo que en el fondo de todo esto hay razones éticas y razones aconómicas. De un lado están las razones éticas. No parece razonable un escenario en que la jubilación se produce en torno a los 65 años para luego vivir sin “aportar” hasta el entorno de los 100. De otro la sostenibilidad económica del modelo.
Los “mayores” cobran pensiones pero también gastan y su gasto y la satisfacción de sus necesidades es un sector económico en crecimiento lo que potencialente distribuye rqueza y crea puestos de trabajo. El problema por aquí está en conseguir unas pensiones dignas y generalizadas que permitan esa contribución al conjunto via gasto y que graviten lo menos posible en los Sistemas de Salud.
Es sabido que las personas activas física e intelectualmente tienen una vida mas allá de la jubilación mas completa.
Por otro lado está el conjugar una situación de desempleo muy importante, especialmente entre los jóvenes, con la idea de mantener profesionalmente activos a los mayores. En España, en nuestros mejores momentos, hemos tenido niveles de paro en el entorno del 11%. No es fácil casarlo.
Concluyo. La solución va a tener que venir de la mano del valor que la sociedad y los propios afectados reconozcan a “Los mayores”. Creo que llevará tiempo y probablemente pasa porque cada estamento haga su parte. Los políticos, como lideres sociales, pero no solamente ellos, reconstruyendo la idea del valor de la experiencia que atesoran los mayores; y los mayores no renunciando a aportar ese valor, manteniéndose actvos y continuando sintiéndose miembros influyentes de la sociedad. El modelo de “Ya he trabajado bastante” es mi tiempo para “disfrutar de la vida” es muy atractivo, pero lleva en su esencia un mensaje de renuncia, de desconexión.
Pienso que el núcleo de la cuestion es aprovechar el Valor de las personas. De todas.