En breve tiempo según dice el INE: “La tasa de dependencia (entendida como el cociente, en tanto por ciento, entre la población menor de 16 años o mayor de 64 y la población de 16 a 64 años) se elevaría en más de nueve puntos, desde el 51,0 actual hasta el 59,2% en 2023.” Tasa de dependencia es el índice demográfico que expresa, en forma de tasa y en porcentaje, la relación existente entre la población dependiente y la población productiva. En el año 2052 la población mayor de 64 años constituirá el 37% de la población total y la tasa de dependencia llegará a ser del casi 100%. Estos datos nos ofrecen un panorama de futuro. Los abuelos serán más que los nietos y creciendo. Los abuelos requieren pago de pensiones y asistencia sanitaria y social. Mientras que los nietos requieren educación. Entre nietos y abuelos están los padres. Estos son la clase productiva, es decir, la que produzca el dinero que permite mantener a abuelos y nietos. ¿Quién apoyará en el futuro a los padres?. Los padres deberán solicitar de nietos y abuelos los compromisos necesarios para mantener el sistema y así poder mantener una organización social y solidaria como la actual, donde unos se educan y preparan, otros trabajan y sostienen y finalmente otros disfrutan. Pero al parecer tal y como nos ha gustado a los españoles organizarnos en uso de nuestra libertad este modelo quebrará en breve según todas las previsiones. Pues los que trabajan y sostienen serán menos que los que disfrutan, muchos menos y aún deben sostener a los que se educan. El sistema está a punto de cambiar, de hecho existen creencias extendidas de que las pensiones, fuente del disfrute de los abuelos, peligran en cantidad y calidad. Que cada uno se busque la vida ha sido la consigna general y así, los más favorecidos planean un futuro autónomo e independiente del sistema para garantizar un estatus de vida que no quieren perder. Por mi parte opté hace tiempo por entrenar mi mente y mi cuerpo para ese momento y fije un lema “MENOS ES MÁS”. No soy muy original lo confieso pero me sirve. Me preparo para vivir con poco. Me preparo para necesitar poco. No planeo un futuro lleno de bienestar económico y material, planeo un bienestar mental y corporal que me permita, con poco, vivir plenamente la vida, no rodeado de cosas, rodeado de lo básico, con lo necesario y útil y dejando lo demás de lado. La cuestión estriba en saber que es para cada uno lo necesario y útil. Los abuelos, lo seré en pocos años, nos tendremos que buscar la vida como dicen los nietos y para ello me preparo, para el futuro, pero lo hago en el presente, no sólo ahorrando en una hucha, sino adaptándome en conocimientos, procesos, herramientas y actitudes que me mantengan en forma y siempre listo para sacarle a la vida lo que necesito para sentirme vivo, SIEMPRE ADELANTE.