Hoy he conocido esta preciosa historia anónima y he pensado que se ajusta mucho a uno de los objetivos esenciales de 50pro. Veamos:
Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba sus días en su laboratorio en busca de respuesta para sus dudas.
Cierto día, su hijo de seis años invadió su santuario, decidido a ayudarlo a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiera entretenerlo. De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba. Con unas tijeras, recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta, se lo entregó a su hijo diciendo:
– “Como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin la ayuda de nadie.”
Entonces calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así. Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente:
– “Papá, papá, ya hice todo, conseguí terminarlo”.
Al principio el padre no creyó en el niño. Pensó que sería imposible que, a su edad, hubiera conseguido componer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones, con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares. ¿Cómo era posible?¿Cómo el niño había sido capaz?
– “Hijito, tú no sabías cómo era el mundo, cómo lo lograste?”
– “Papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura del hombre. Así, que dí vuelta a los recortes, y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía como era.”
– “Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta a la hoja y ví que había arreglado al mundo.”
En 50pro hemos descubierto que no podemos arreglar el mundo en general, pero si podemos tratar de ayudar a arreglarlo ayudando a su parte mas fundamental: el hombre.
Nos hemos propuesto tratar de conseguir que, en defensa de uno de sus derechos fundamentales, las personas trabajen, y además en aquello que les gusta. Y si la posibilidad de encontrar trabajo en empresas por cuenta ajena – en concreto a los mayores de 50 años – parece que hoy día es casi imposible, hemos decidido entrenarles para darles la posibilidad de hacerlo por cuenta ajena.
Propugnamos así el emprendimiento para mayores de 50 años