A raíz de una consulta popular a nivel europeo, se ha planteado el debate de la idoneidad del cambio de hora y su impacto en la disminución del consumo energético, principal razón por la que fue implantado en plena crisis energética de los años setenta del siglo pasado. Esta cuestión, tratada incluso en el parlamento europeo, ha derivado en otra, no me interesante, relativa a igualar el huso horario de la península con nuestros vecinos portugueses y del Reino Unido, en lugar de con países situados mucho más al este.
Nuestro debate patrio ha añadido una componente que va más allá de la eficiencia energética y el aprovechamiento de las horas de luz natural y que tiene que ver con lo que se conoce como conciliación laboral y familiar. Asignatura pendiente en nuestro país, con jornadas interminables, horarios laborales sin límites y enormes pausas para comer que desconciertan fuera de nuestras fronteras.
Pues bien, incomprensiblemente, en este debate, los mayores de 50 años nos volvemos a sentir expulsados del mismo. Y, si además de mayores, somos emprendedores o tenemos en mente emprender, nos colocan directamente fuera de juego.
¿Quiere esto decir, que me situe en contra de la ampliación de los permisos de maternidad y paternidad, de las ayudas públicas al nacimiento por hijos o en edad escolar, de facilitar guarderías cercanas al puesto de trabajo, etc.? En absoluto.
Lo que quiero aflorar con esta reflexión es que no se habla de la problemática de las personas mayores de 50 de años, muchas de ellas expulsadas del mercado laboral, a pesar de la experiencia y conocimientos acumulados. El entorno de estas personas, tras años de trayectoria personal y profesional, normalmente con hijos universitarios o emancipados, envejecimiento de sus padres y madres, soledad consecuencia de un divorcio o fallecimiento prematuro de su cónyuge y primeros achaques de salud, nada tiene que ver con el entorno que, normalmente, se dibuja cuando se habla de conciliación.
Desde 50pro abordamos estas circunstancias singulares y orientamos a las personas a elegir un emprendimiento que las tenga en cuenta. Siempre se está a tiempo de reescribir nuestro objetivo vital para balancear la vida personal y profesional; ingrediente necesario en un emprendimiento con éxito.
La conocida frase del análisis conciliatorio “si yo estoy bien, tú estás bien y mi entorno está bien” se aplica, en nuestras edades, aún más, si cabe.