
He vivido muchas batallas y algunas guerras. De todas salí victorioso y más sabio. La ventaja de tener más de cincuenta o de ser un “cincuentón” es que son muchas más que las que cuando era más joven y creía saberlo todo o al menos lo necesario para vivir.
Hoy contemplo la vida en la cima que permite ver le valle del que procedo y el valle de la tierra donde habitaré. Mi primer estupor es ver que entre ambos no existe mucha diferencia. Esta certeza hace que muchos se pregunten en este punto del camino de la vida ¿para qué?, ¿para
qué todo lo vivido hasta ahora? Pregunta que tengo por mi parte resuelta hace unos cuantos años. Otro día hablaremos de ella.
El dolor y la muerte seguirán presentes en el camino de bajada al nuevo valle y en él mismo formarán parte de su realidad. Sobre todo los que vienen de la mano de quienes ejecutan acciones que provocan dolor y muerte.
La peor batalla es la que no se quiere librar. Y no queremos enfrentarnos a la realidad y la negamos. Existe una guerra en el mundo desde que el mundo es mundo y esta no es otra que entre dos polaridades provocadas por un juicio absoluto sobre la verdad. Creerse en posesión de la verdad y exigir que los demás la acojan como tal es tan viejo como la historia de quien asumió el sedentarismo como forma de vida frente al carácter nómada de la raza humana logrando con ello la aparición de la propiedad sobre la tierra y con ello el deseo de defenderla.
He aprendido que no necesito nada y que quiero ser nómada como lo fueron mis más lejanos ancestros. Pero también soy consciente de la vida que he fraguado hasta ahora y los compromisos que he adquirido por ello con mi familia y las que me rodean y hacen posible mi existencia. Aprendí entonces que para ser nómada lo podía ser de ideas y conceptos, y con ello de acciones, y comencé el viaje.
Como nómada me incorporé a varias caravanas de nómadas. Nos permiten las caravanas hacer más eficaz el viaje. La mudanza de pensamientos es vital para hacer el viaje sobre todo del “no puedo” al “si puedo”.
Sí podemos cambiar. Sí podemos cambiar el mundo. Eso sí, comenzado por el nuestro propio.
Viviré más batallas y ganaré todas las guerras pues todas ellas me hacen más sabio. Y la última, la muerte…, no es una batalla, es una liberación de la lucha y la guerra y después de ella me espera un valle sin ellas.
En 50pro encontré una caravana de quienes no se conforman con la verdad vendida y quieren seguir creciendo con y en su trabajo, pero ahora el trabajo que quieren hacer es el “Emprendimiento” para dar más valor aún a sus talentos, los innatos y los acuñados por la experiencia. La caravana de nómadas de 50pro partió y espera la incorporación de muchos, cada día somos más. ¿Cuándo te unes a ella? www.50pro.es