Se jubiló con una buena paga. Traspasó el negocio por un gran precio. Se retiró a su pequeña finca para seguir viviendo en la tranquilidad del hogar con su familia. Lo enviadaba en ese justo instante en que terminó su vida laboral y se disponía a disfrutar de los frutos de decenas de años de esfuerzo y trabajo. Más hace unos días el perro que les acompañaba en los últimos años, de raza peligrosa, atacó a su mujer y en el acto la mató. Me enteré hace unos días si bien el suceso ocurrió hace unos meses. Era el tendero del ultramarinos de mi suegra. Lo conocía desde hace veintiséis años. Hace que no lo venía cinco. Al conocer la noticia se me vino a la memoria la parábola del Evangelio que relata la ambición de un hombre por los bienes materiales que le hace construir graneros cada vez más grandes y al final y en un instante Dios le arrebata la vida dejando todo en este mundo.
Nuestra admiración es absolutamente materialista. Admiramos a quien ha obtenido un gran granero en la vida. Y son muchos los que se quejan de su granero. La vida con dinero se lleva mejor, es el paradigma de los que atesoran y ponen sus seguridades en lo material. Es por ello fácil olvidar lo emocional y lo espiritual.
Cuando pierden a un ser querido muchos son los que darían todo el granero por volver a tener a su lado al ser amado.
Nuestro patrimonio no es sólo material, debe conformarse también con afectos y quereres. Quien apuesta por un sólo huevo apuesta a vida o muerte. Quien introduce más huevos en la cesta tiene más probabilidades de seguir adelante con los huevos que le van quedando.
En 50pro.es sabemos de esta sabiduría y ponemos el acento no sólo en el conocimiento, efímero patrimonio, cuyo guardián, la memoria, suele ponerse de huelga y despedirse con mucha frecuencia. Apostamos por un desarrollo integral y holistico, por eso nos gusta decir que nunca más estarás solo, pues la parte emocional, e incluso la espiritual, es atendida tanto o más que la racional.
Haz inventario y mira si ahora hay muchos huevos en tu cesta o solo estás empollando uno.