Caminaba por mi Salamanca querida, donde dice mi reloj inteligente que doy unos 8.000 pasos al día, como lo hacía nuestro querido y admirado Don Miguel Unamuno, cuando me percaté que delante de mí, a paso parsimonioso y elegante, discurrían las mentes andantes de seis próceres de esta ciudad, todos jubilados, a la hora de los vinos, es decir, de la tertulia animada que antecede a una casera mesa y una siesta de pijama, orinal y padre nuestro, que diría Cela.
Sorprendime haciendo el cálculo de lo que nos costaba al erario público las pensiones de quienes me precedían y me salieron unos dieciocho mil euros al mes, por lo bajo. Mi ágil mente se dio cuenta de cuántas personas serían necesarias para aportar a las exhaustas arcas del estado la cantidad de dieciocho mil euros mensuales, dando como resultado el número de 18 “mileuristas”, sólo para pagar la pensión, del resto de gastos por servicios prestados por la patria no hablamos (sanidad, medicamentos…).
La cara que puse no me la pude ver por falta de espejo, pero me la puedo imaginar.
Seguí con mi paseo.
Y ahora desde esta tribuna lanzo la pregunta: ¿Quién cuadra los números?
Ahí lo dejo, que cada cual saque sus consecuencias. Las mías ya las tengo, por eso formo parte de 50.Pro, del Club 50.Pro, toda una manera de entender el mundo y de hacer cuadrar las cuentas.