Un refrán español que todos conocemos dice: “Quien mucho corre, pronto para” o “No por mucho madrugar, amanece más temprano”. Pero a pesar de la enorme sabiduría que encierran estas frases, muchas veces se nos olvida considerarlas, más aún cuando tenemos la angustia de la necesidad o la obsesión de decidir atropelladamente, en concreto, cuando algunos deciden emprender.
En general las diferentes entidades olvidan que emprender es una tarea difícil y, que sino se prepara de forma profesional, pueden producirse fracasos de forma habitual. La ejecución profesional no elimina completamente las posibilidades de cometer errores, pero sí que minimiza esas posibilidades de forma muy importante.
Entre las entidades, públicas o privadas, que se mueven alrededor del mundo del emprendimiento, se encuentran varias que podrían agruparse como aquellas que influyen en cierto momento a los futuros emprendedores a emprender, alentados por premios que los lanzan a la aventura del emprendimiento sin el entrenamiento adecuado.
LOS ESTIMULOS INICIALES
Empezaríamos a hablar de las revistas, artículos y medios de comunicación, que hablan y cuentan historias sobre el emprendimiento. Entre ellas hay algunas que llevan más de 20 años difundiendo el emprendimiento con una pasión y profesionalidad encomiable, como es el caso de la revista Emprendedores.
Incluso hay periódicos de tirada nacional que ya se están ocupando de acercar al público el tema del emprendimiento, unos de manera más profesional que otros. Estos últimos no investigan mucho, sino que sacan artículos prácticamente a medida de startups que llegan a ellos, sin preocuparse de si existen mejores o más completas opciones de lo que cuentan.
Hay un reciente caso, espléndidamente ejecutado, de la película “Abuelos” que ha sido estrenada oficialmente en octubre, y que describe de manera magistral, el mundo del emprendimiento y de los emprendedores, sobre todo del empredimiento senior.
LOS QUE AYUDAN ECONOMICAMENTE
En este grupo se encuentran muchas entidades más o menos interesadas en promover el emprendimiento SOLO desde el punto de vista económico, mediante la concesión de préstamos, capital para las compañías o incluso premios en metálico.
Los grupos privados de business angels, fintechs, crowdfundings o crowlendings, aceptan riesgos altos pero a cambio buscan rentabilidades muy grandes y en sectores habitualmente muy tecnológicos. De esta forma, aunque con sus peculiaridades, suponen una alternativa real a los bancos que, generalmente, huyen de las compañías de startups y de las inversiones que no están suficientemente avaladas o garantizadas.
LOS QUE TRATAN DE FORMAR EMPRENDEDORES
En un primer grado de formación, están los organismos públicos (ayuntamientos y cámaras de comercio) que, de una forma gratuita, pretenden ayudar en unos primeros pasos a la exploración de los futuros emprendedores. Desgraciadamente estos eventos suelen ser tan cortos que no pasan de una simple información incompleta y superficial, que no puede atacar las necesidades, preguntas y entrenamiento que requiere un paso tan importante como la decisión de emprender.
En un segundo grado, se encuentran los estudios Máster en dirección de empresas, que duran 1 año o más, tiempo demasiado largo para un emprendedor que debe tener la prudencia de tomarse el tiempo necesario pero no excesivo para ponerse en marcha. Este tipo de formación
no está pensada para el emprendimiento. Es que no es lo mismo la dirección de empresas que el emprendimiento, ni un excelente Director General tiene por qué ser un gran emprendedor.
Hay varias características que diferencian ambas líneas de preparación, el emprendedor no suele disponer de grandes equipos – al menos al principio -, debe desarrollar una idea propia y totalmente novedosa para tener alguna oportunidad de éxito, empieza siempre con su propio y, a menudo, escaso capital y varias otras reglas similares.
LOS QUE TRATAN DE CONSEGUIR EMPRENDEDORES PROFESIONALES
En este caso, se pretende no solo dar una formación integral a los candidatos, sino que ha de ser realizada a modo de entrenamiento práctico, averiguando desde el principio sus mejores cualidades y potenciando todas las otras que necesita tener o conocer antes de lanzarse a emprender. Pero sobre todo, requieren un conocimiento de los posibles errores comunes que suelen cometerse y las alternativas a los mismos para evitar el fracaso o al menos minimizarlo de forma importante.
En este grupo se encuentra de forma exclusiva, al menos por el momento, el grupo 50pro.
Muchas de las alternativas anteriores pueden ser validas después de este entrenamiento práctico, y deberemos acudir a medios de comunicación, a inversores, a formación tipo que debe ser una constante en nuestras vidas para no quedarnos fuera de los avances y políticas que se introducen en cada sector de actividad.
Incluso un pacto de estado que ofreciera ayudas para emprender, y políticas para facilitar las decisiones y la fiscalidad de los nuevos emprendedores, no sería útil si no hubiera buenos emprendedores y bien formados. Ahí pivota toda la consecución de éxitos y la manera de evitar los terribles altos porcentajes de fracaso.