¿QUÉ FRENA A UN EMPRENDEDOR?

Ya sabíamos que España es un país poco emprendedor, las cifras lo demuestran.
Vamos a repasar algunas de las razonadas sinrazones que frenan a los emprendedores.
Una de ellas es la falta de “un proyecto claro y sólido”. En 50pro estamos totalmente de acuerdo, tanto que recomendamos que si no se resuelve este tema no se siga nunca adelante, porque el peligro de fracaso es muy alto. Nosotros lo hemos solucionado en nuestra metodología, poniendo un énfasis fundamental en la elaboración de un Plan de Negocio en el que ayudamos y mentorizamos seriamente a nuestros candidatos.
Ser capaces de asumir riesgos dependen mucho de la previa evaluación de los mismos y del convencimiento de que no es necesario arriesgarse a perder todo lo que tenemos, para lo que ayudamos a buscar financiación no convencional via entidades bancarias sino en el mercado de las Fintech que es el indicado para startups y pequeños emprendimientos. Habitualmente no es necesario arriesgar todo lo que se tiene.
Por otra parte el miedo al fracaso enseñamos a contemplarlo desde dos puntos de vista: el primero es que sino quieres el riesgo de fracasar, no hagas nada es lo más seguro. El segundo punto de vista es que no fracasan los que lo intentan y caen, siempre que siempre vuelvan a levantarse e intentarlo.
En cuanto a ser creativos, enseñamos a nuestros participantes en el programa, que siempre hay que emprender algo con un toque de originalidad, no vale una simple copia de lo ya existente, hay que dedicar tiempo a mejorarlo.
El equipo es fundamental, en 50pro mejoramos este aspecto mediante la existencia de un club de emprendimiento dedicado sólo a nuestro mundo 50pro, para conocer socios, compañeros, inversores, etc
Dos aspectos básicos y no reseñados son: saber elegir bien en qué emprender y estar entrenado para conocer de antemano el camino del emprendimiento y evitar errores frecuentes que se suelen cometer por inexperiencia. Son los puntos fuertes de 50pro.

La generación de alternativas y su posterior elección, en función de las características de cada emprendedor, son fundamentales para evitar equivocarse en esta fase inicial pero básica. Si se comete un error importante en este momento, se pone en peligro todo el emprendimiento y la inversión realizada, no solo económicamente sino – lo que a veces es mas difícil de conseguir – el tiempo desperdiciado en descubrir la imposibilidad de conseguir enderezar lo que desde el principio comenzó torcido. Como ejemplo muy obvio, señalaré el de un gran amigo mío y excelente arquitecto que, después de buscar trabajo en su especialidad y cansado de comprobar que era imposible conseguirlo, decidió emprender. Después de pensar un tiempo, y de preguntar a su alrededor, hizo una primera opción sobre emprender una granja de pollos ecológicos. Cuando me preguntó por mi parecer, le hice dos preguntas: que sabes de pollos? y de huevos?, a ambas me contestó que nada en absoluto, mi recomendación fue: no se te ocurra comenzarlo si antes no tienes tiempo y voluntad de aprender o te asocias con alguien que sepa y que la relación con él sea de tu garantía personal.

Finalmente, otra obviedad es que si siempre has trabajado en un entorno de empleo por cuenta de terceros, en una empresa con departamentos y mas gente que cubre tus carencias y falta de tiempo, no te aventures sin más en un nuevo mundo tan desconocido como el emprendimiento; con sus exigencias de tomas de decisiones con grandes incertidumbres, con la necesidad de conocer muchos aspectos de la gestión – no sólo tu especialidad funcional en la que seguramente irás sobrado de conocimientos y experiencia – finanzas, comercial, personal, producción, investigación de productos, etc, etc. Un emprendedor necesita muchas de las características de un director general, pero además con falta de personas expertas a su alrededor y de tiempos de equivocarse y volver a intentarlo.