Yo no critico a quien lo haga pero no uso nunca tinte para el pelo, lo tengo blanco y gracias a Dios abundante.
No, no he perdido la cabeza a estas alturas del libro, solamente he tratado de ceñirme al refrán y ahora lo haré con el objetivo de proponer una de las bases importantes del PROFESIONAL 50pro.
Nosotros no queremos tratar de aparentar lo que no somos, jóvenes con el pelo oscuro, aunque muchos no lo tienen de ningún color por la moda del afeitado total a la menor insinuación de calvicie.
Nosotros estamos orgullosos de tener la edad que tenemos, nuestra trayectoria profesional nos ha permitido poseer unas joyas muy importantes, y difíciles de conseguir si pagar el impuesto de los años transcurridos.
Hemos conocido personas de muy diferentes temperamentos y caracteres, con las que hemos sido capaces de trabajar, en equipos más o menos conjuntados, soportando a muchos pesados, graciosillos, aguafiestas, dictadores, y un largo etcétera de perfiles personales y profesionales, y no hemos muerto en el intento, ni tirado la toalla por juvenil impaciencia.
También hemos debido, no solo volver a reaprender la aplicación práctica, al mundo real, de lo que nos enseñaron en teoría; sino muchas otras cosas que las empresas o productos con los que trabajábamos nos han obligado a conocer y a manejar como verdaderos expertos.
Sabemos que, la parte principal de una buena solución es una definición correcta del problema. Y este tema, hemos conocido que en muchas ocasiones se consigue con paciencia, no con la prisa y el desgaste de fuerza que supone la juvenil actitud de prueba y error. También hemos sabido que, algunas veces hay que decidir deprisa pues no teníamos margen para tomarnos el tiempo que nos gustaría haber tenido.
No debemos cometer un error que nos desanimará, consistente en “luchar” siempre en campo contrario”.
Tenemos que apoyarnos en nuestras fortalezas y no tratar de probarnos a nosotros mismos que somos más joven que el que mas, fundamentalmente porque en cuanto a la edad y los años será a veces mentira.
No tenemos la energía para correr a primera hora de la mañana al aeropuerto, subirnos en un avión, tener dos o tres reuniones de mucha tensión y derroche de energías, una cena hasta tarde y volver a empezar a primera hora de madrugada con otro viaje; sobre todo si es todo en el mismo día.
Esa actividad física no es nuestro fuerte, y debemos buscar actividades que no nos lo exijan porque siempre nos vencerá una persona joven con sus capacidades físicas intactas, aunque sea inexperto, temerario, ignorante o poco preparado profesionalmente.
Hay que elegir bien nuestro entorno de actuación para ser eficaces y felices. No caer en el voluntarismo de la frase: Todo lo que sea muy difícil lo hacemos al momento, lo que es imposible lo acabamos mañana.