
Una vida extra, es el título de un libro que se publicó en Francia en 2005 y del que Editorial Anagrama ofreció una excelente versión en español, al año siguiente.
Los autores del texto pertenecen a trayectorias distintas, Joël de Rosnay de la bioquímica, Jean Louis Servan-Schreiber, empresario y editor de Psychologies Magazine y François de Closets, periodista y productor de televisión.
Desde perspectivas distintas ofrecen un diagnóstico, desde el punto de vista de la ciencia y medicina, desde la psicología y desde la sociedad.
Los autores centraron su atención en la necesidad de revisar la percepción que se tiene de la edad, a efectos de la organización de nuestras vidas.
Vivir más años, con salud y libres, en general de discapacidad, es un éxito social y científico indiscutible, pero implica cambios.
Las personas pueden estar activas más años, necesitan contribuir, pues no puede aceptarse como deseable una jubilación temprana y muchos años, de inactividad, en lo que definimos como jubilación.
Ya en el prólogo los autores describen la situación: “se trata de un cambio capital en nuestra historia que nos concierne a todos, directamente, sea cual sea nuestra edad” (pág. 9).
Esa frase gana vigencia cada día, unos años después, próximos a iniciar 2017 las tendencias se confirman, la esperanza de vida aumenta y las personas deberán seguir activas más años, tanto por razones económicas, como por motivos sociales y de salud cognitiva.
Uno de los cambios que la sociedad deberá propiciar es conseguir que las personas sigan productivas y que no se las condene a lo que puede definirse como “no mercado”.
Deberá propiciarse el emprendimiento entre las personas con experiencia. En realidad, muchos “business angels” desearían valorar más proyectos de emprendedores con experiencia previa, lo han dicho en muchas ocasiones.
Todo lo anterior tiene ya un impacto creciente en la definición de las etapas de la vida.
La correcta aplicación de las tecnologías de la información y de la comunicación favorecen esta evolución. El uso creciente de “apps”, la conexión a redes y los nuevos servicios que se derivan de todo ello también empujan en la misma dirección.
Emprender es una buena opción para muchos hombres y mujeres que, tras años de una vida productiva y profesional en empresas, pueden quedar sin ocupación, por ejemplo, por readaptaciones en su sector y deben evitar quedarse en la inactividad o en el simple ocio, pues la sociedad necesita su iniciativa y experiencia.
Referencia:
De Rosnay, J, Servan-Schreber, J.L.; de Closets (con Simonnet, D.) (2006) Una vida extra. La longevidad: un privilegio individual, una bomba colectiva. Barcelona. Editorial Anagrama.